la silueta de algunas cortezas arbóreas y resecas
eclipsaban la llegada del sol a mis ojos
la braza de tus silencios
incendiaron
la membrana cavernosa
cercana a mis oídos
un columpio orejano
se mecía inquieto
pero vacilante
mientras,
una grieta bajo llave
ocultaba su zozobra
a la luz de una sombra desvestida
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