Aturdido por el silencio de cuerpos apilados,
apilados en apiladeros de concreto,
de rígido concreto,
apilados y amuchados,
ruidosas capaz de silencio entorpecen mi descanso.
Descalzo con los pies en la gotera,
con la sucia y clara compañía de los dioses,
de los dioses del concreto,
dioses apilandos, cuerpos aturdidos y en silencio,
descalzos y sedientos,
aturdidos y apilados en jaulas, en celdas, vigilados y
confundidos,
risueños algunos, seriotes los más.
Hijos, primos, nietos,
tíos, sobrinos, padres,
suegros, hermanos,
madres, huérfanos,
todos apresurados – huyendo del tiempo,
agitados, extasiados, agotados, otros felices,
cuerpos presentes, tientas de letras,
veloces caprichos intactas vidrieras,
ilusas caricias en tristes siluetas,
miren no miren,
suelten sostengan,
abran, aprieten y así soporten.