30 de diciembre de 2012

1:21




espeso
es el oír
de un grito sereno
huir debe ser ansiedad

cuentos
cantan los abuelos
en el velero de los rocíos
se esculpen las mañanas

se sueltan
los atardeceres
de un colgante de cristal
a millas de su mano

huérfano
es el espejo del héroe
remata su impostura
en los labios del vacío

ella
ata cabelleras diarias
de silbidos que prestan
las aves del sol



28 de diciembre de 2012

héroes




unas cuantas cortinas entreabiertas pasaron  
sostenidas en la boca de un broche marrón

los arpegios de sonidos y silencios
sonaron casualmente boquiabiertos

un sillón oscuro casi cristalino  
vació mi atención

y una prosa más por locura
que por inspiración

supusieron incluso el eco
de un ánimo desprolijo.



en una roca nublada de ilusiones
viajan las paredes invisibles  

suenan las campanas de la similitud
que me ocultan en su desnudez,

en el teatro de las luciérnagas
bajo el cielo de destellos

todos corremos como roedores
detrás de cualquier cebo

incluso confiamos en héroes raquíticos
que apenas aprenden a perder. 

20 de diciembre de 2012

Una noche inasible






una noche inasible escribo en la claridad de una luz intrusa
con un lápiz que me presta generosamente su locura
la noche se vuelve calma y la luz perenne
brilla la sombra del carbón en la oscuridad de mi alma


escurridiza indiferencia de quienes se fugan encadenados
de presidios inobjetables y sudorosos
que esculpen entrañas y desvelos
consagrados al ver cuerpos necios e ignotos    


uno de ellos se asienta sobre una prosa desprolija
sobre un cetro improvisado
sobre una tabla de cemento


otro corre distraído en la medianoche de cada hora
otros se ocupan de espiar en mis pensamientos
huyen a prisa como si llevaran un telegrama


todos danzan y saltan descalzos sobre el piso gris 
de una habitación atestada de ilusiones
malabareando en colores que tiñen y destiñen
los arcos de mil atardeceres


silueta





la silueta de algunas cortezas arbóreas y resecas
eclipsaban la llegada del sol a mis ojos

la braza de tus silencios
incendiaron
la membrana cavernosa
cercana a mis oídos

un columpio orejano
se mecía inquieto
pero vacilante

mientras,

una grieta bajo llave
ocultaba su zozobra
a la luz de una sombra desvestida  

17 de diciembre de 2012

la caricia despiadada


me contaron que una vez
la caricia despiadada,
huyó a prisa de su sombra

se disolvió en un canto 
de noche amanecida

el sudor de su ilusión 
se revolcó en algún rincón esperado
del primer acantilado 

esferas de fuego
jugaban a incendiarse
anidando en el aire
el oscuro brillo de sus ojos

¿mear ansiedad?

antes de terminar de mear tiro la cadena corre el agua me ayuda a seguir meando sigo y veo el agua del inodoro sigue...