espeso
es
el oír
de
un grito sereno
huir
debe ser ansiedad
cuentos
cantan
los abuelos
en
el velero de los rocíos
se
esculpen las mañanas
se
sueltan
los
atardeceres
de
un colgante de cristal
a
millas de su mano
huérfano
es
el espejo del héroe
remata
su impostura
en
los labios del vacío
ella
ata
cabelleras diarias
de
silbidos que prestan
las
aves del sol