28 de junio de 2010

En un relámpago

Apenas casualidad en una noche ausente de luz,
que como un globo sin aire poco goza de sus sones.
Cualidades que apartan a un escrito de una pizarra,
pizarra que sin tiza no solo espera ser escrita, aguarda existir.

La ausencia de lo ausente que apenas poza en lo casual,
casual que no solo espera que también desaparezca la ausencia.
Por solo lado, por solo noche, por solo nombre,
por solo goce, por solo, por solo ausencia.

Quitarme de un tirón todo lo que fue un relámpago,
que como tal, solo apareció fugaz.
Fugacidad que solo se advierte en la noche, en aquella
que solo brilla la ausencia, la ausencia de luz.

Esa luz que cobra vida, en cuanto haya ojo para ver,
¿Para ver que? Inquietante solo de sí.
Que sin estar es posible estar, no solo en la noche
sino también en la luz del relámpago.
 













Solo Recuerdos

Recuerdo sin exagerar con poco tiempo,
pero solo con poco.
Respiros, agitación y euforia en un solo recuerdo, 
no por solo, poco.
Pero aún con mucho a veces solo,
a veces con muchos solo poco.

Allí solo un reloj sin detener nada,
ni siquiera eso que yo quería detener.
Soñando con ello volé al otro lado del mundo,
al otro lado de mi mundo.
Con lágrimas en las manos, con sueños en el pelo,
con mucho más que poco.

Mil gotas de lágrimas, que surgían sin saber porque,
que mecían en el regazo de quien sabe quien.
¿Quien espera a quien?, ¿las lágrimas al reloj,
o el reloj a ellas, a merecer menos que ayer?
Quien sabe que con poco, puede volar y sin detener nada,
no solo es posible merecer sino también recordar.

4 de junio de 2010

Sin Tiempo ni Espacio

Bien intentaré decir “algo” de mi parte, que algo para mi vendría a ser “todo” en este momento, o tal vez nada mas que “algo” en mi tiempo de existencia humana.
Parto desde aquí porque me parece muy interesante rever la noción de temporalidad y especialidad que manejamos como los sujetos que somos. Intento decir que en términos generales, y suponiendo que las generalidades “siempre” (terrible generalidad) son erróneas, aspiro a comprender que las sociedades, sus significaciones, sus imaginarios, sus discursos, sus cuerpos normativos, sus lógicas etc, no solo parten y dan existencia a tales motivos en un determinado momento, sino que en ese momento se sintetiza lo imaginario con lo real. Esta especie de síntesis podríamos llamarla “realidad” apresuradamente por cierto porque es posible que otras variables influyan en tal síntesis.
Las condiciones que posibilitan el surgimiento, la creación o la puesta en marcha de “algo” que no existía y que comienza a cobrar vida en el mundo, son analizadas a través de lo social que justamente es la herramienta que tenemos para abordar la realidad.
Ahora bien, esta especie de síntesis entre lo real y lo imaginario que llamo realidad, como dije antes de manera apresurada, no puede ser analizada de forma atemporal, posiblemente porque su construcción es histórica deviniente.

Pero ¿Por qué esta cuestión de la realidad no puede dejar de ser analizada de forma atemporal?
Primero porque estando y siendo somos parte de un momento, instante de tiempo, no hay modo alguno por el cual se pueda prescindir de lo temporal o de lo espacial, al menos para quienes creemos no poseer alguna patología cercana a la locura. Es posible que la institucionalización de la locura se alimente de alguna de estas calidades o cualidades para encerrar sin resquemores a quienes supuestamente no pueden habitar o no son aptos para habitar el terreno aceptable o estipulado entre las distintas categorías nombradas aquí.
Porque justamente intuyo que también la realidad está deviniendo en una síntesis problematizadora entre lo espacial y lo temporal, es una construcción simultánea y sintetizadora.
Quiero decir varias cosas, por un lado, que la realidad es construida al menos por cuatro dimensiones excepcionales: 1-el tiempo, 2-el espacio, 3-lo real y 4-lo imaginario.
Estos a su vez aparecen vertiendo de sentido a las significaciones y las enunciaciones que operan en el plano del dispositivo social.

Creería que puede haber otros núcleos que permanecerán a consideración del autor para entender la constitución de la realidad, pero que por lo pronto no se harán explicitas, digamos que pueden ser puntos de encuentro entre estas dimensiones primarias o tal vez sub-dimensiones.
De manera casi obvia, pero es necesario expresarlo con cautela, es decir para no confundir aun mas, que es determinante la inclusión decisiva y definitiva del “ser humano” en los núcleos primarios. Su inclusión es absolutamente imperiosa para dar significado categorial.
Este croquis posiblemente es el resultado de las intencionalidades enunciativas y discursivas de la modernidad a la cual nos hemos referido siempre de forma consciente o no sobre la constitución subjetiva de nuestra realidad.
La pregunta es:

¿Por que este esquema entra en crisis? ¿O que sucede para que ocurra tal crisis?

Los cambios que intuyo se produjeron dentro de estas cuatro dimensiones dieron origen a la condición tardomoderna, que por otro lado es posible que estemos hablando solamente de una era de transito entre dos escenarios sociales, uno conocido y transitado, y otro a construir.
Lo imaginario y lo real en la condición que nos antecede se mantenían separados, operando diferenciados, en cierto momento comenzaron a entremezclarse, actualmente son parejas por herencia pero son infieles, se corrompen, se engañan, insisten en camuflarse a simularse. Lo mismo sucede con el espacio y el tiempo, en la modernidad (la era de la especialización) se mantenían bien definidos, en orbitas diferenciadas.
Ahora bien, la condición que irrumpe en la vida social y da surgimiento a una nueva forma de estar en el mundo, es la corrupción real del espacio (aquí se propone cambio en dos de los núcleos, entendiendo por real aquello que existe a independencia de la voluntad humana).
En la condición tardomoderna el discurso que sostiene el significado imaginario de la espacialidad, se altera.
El espacio virtual simultáneo corrompe de manera irremediable la significación o el significado que poseía para el sujeto moderno, lo espacial.
Esta irrupción del espacio virtual, a modo de ejemplo, le quita potencia imaginaria al significado moderno de espacio.
Porque de manera simultánea se puede habitar dos o más espacios en un mismo tiempo, (jaqueo espacial y temporal) por ende también la significación corporal cobra otra dimensión, justamente porque el cuerpo ya no es una condición determinante, definitiva o indispensable para habitar el espacio, lo que si está es el producto del efecto, hay efecto, por ende hay presencia, y esta presencia es virtual, ya no corporal.
Esto deviene crisis profunda de comprensión imaginaria, o sea que aquí la otra dimensión que se altera es lo imaginario.
También el tiempo esta puesto en jaque en nuestra nueva condición. Que se entienda que lo que se pone en jaque es la significación imaginaria, la potencia de ello, el significado el sentido que ello posee para la constitución subjetiva del sujeto actual en cualquiera de las cuatro dimensiones.
El ordenamiento del significado imaginario de tiempo en el sujeto actual necesita una adecuación. Adecuación que se dirime entre lo real y lo imaginario.
Si la irrupción en los límites, en el plano de la comprensión imaginaria del tiempo logra ser puesto en la orbita de lo real cobrará posiblemente mayor potencia, cosa que ya sucedió con el espacio.
La combinación de estas dos condiciones, a criterio personal, marcaran definitivamente el paso de un tiempo histórico a otro.

¿mear ansiedad?

antes de terminar de mear tiro la cadena corre el agua me ayuda a seguir meando sigo y veo el agua del inodoro sigue...