Estepa
fina y extensa, se desplegaba en más de mil miradas.
Suave
y frágil, nos parecía percibirla.
La
suavidad apareció atada, con impulsos forzosos de librarse.
Inquieta
y rebelde, se zamarreaba.
Las
luces de todos esos artefactos y maquinarias, desembarcaron furiosos y atronadores.
Tripulados
por brazos codiciosos.
La
furia incontenible, se magnificaba una y otra vez.
Nunca
vi al odio y al placer trabajar juntos.
Gozaban
odiando.
Sentimos
morir un poco.
Cualquiera
que hubiera estado allí, hubiera sentido morir un poco.
Sufrimos
en cada arremetida.
Caímos
destruidos envueltos en llanto hastío,
Calcinando
así nuestros cuerpos junto a la estepa.