19 de julio de 2012

Surgimiento de la conciencia


Uno de los momentos que considero trascendentales en el paso por la vida terrenal es el de la inauguración de la conciencia humana.
Vivimos en una especie de laberinto de la conciencia, de donde parece difícil saber si se puede salir alguna vez, salir en el sentido que representa la secesión. El laberinto pareciera resultar tramposo a tal punto que aun creyendo que hemos salido en algún momento, probablemente eso solo sea dentro de las posibilidades brindadas por la misma conciencia.
Hacia lo profundo y hacia lo lejano las huellas de la conciencia caminan por delante de ellas mismas. “La esencia del ser de la conciencia es su intencionalidad…lo propio de la conciencia es ser, siempre, conciencia de, no solo cuando se intenciona hacia objetos, sino también cuando se vuelve sobre si misma, en lo que Jaspers denomina “escisión”. Escisión en la que la conciencia es conciencia de la conciencia .
El momento de inauguración de la conciencia humana, que no se da quizá de un momento para otro aunque todavía hay grandes dudas al respecto, genera una forma novedosa de percibir y habitar los momentos. Es decir los humanos a partir de ese momento comenzamos a interpretar el mundo de una forma diferente a la cual lo veníamos haciendo. Lo que la vida humana adquiere a partir de la conciencia es la posibilidad de ir encontrándose con lo que la propia conciencia puede producir a través de las percepciones y categorías sensoriales. Hay posiblemente más de un paso por la vida que lo generado por nuestra conciencia. La conciencia nos asiente vivir en una vida pero ella es la confluencia de otras anteriores y, porque no también, de aquellas venideras.
Me refiero con la noción de conciencia, al dominio mas amplio y general de procesos y aprendizajes cognoscentes enriquecidos por el desarrollo de la mente y la percepción sensorial, y corporal toda, que no se escueta en la categoría consciente-inconsciente mas bien si se quiere engloba también a ella.      
Desplegado el laberinto de la consciencia, el hombre va adquiriendo lenguaje, no solamente eso, sino que también va interpretando. Va aprendiendo a discriminar y describir los sucesos y las significaciones de su entorno. Dice Freire “conciencia y mundo se dan simultáneamente. No existe conciencia antes y mundo después y viceversa. “La conciencia y el mundo –señala Sartre- se dan al mismo tiempo: exterior por esencia a la conciencia, el mundo es, por esencia relativo a ella.””  
La conciencia quizás sea lo más cercano que tenemos. Es quizá nuestra hermana gemela que no nos abandona, pero cuanto podemos decir de ella sin que ella esté asimismo hablando y asistiendo sobre si misma. Creemos que casi nada.
Solo puede ser estudiada y analizada, cuando hace algo del orden de la alteración. Es decir cuando se sale del libreto y deja verse al desnudo, dejando caer los velos que esconden el precipicio de la razón, de la conciencia, de nuestra humanidad. De acciones que ponen en juego la presunta normalidad natural de ella. Si se mantiene en su “normalidad”, en estado de reposo y perplejidad no la veremos actuando. Más adelante se ampliará porque sospecho que algo parecido ocurre con el amor.

2 comentarios:

LAO dijo...

Gracias por este texto. La conciencia tiene muchos recovecos imposibles de manipular. Un saludo afectuoso para vos!

Deme dijo...

Lao un placer poder compartirlo, son intentos y congeturas para intentar pensar esta cuestión a partir de algunos textos que acompañan el camino.
saludos..

¿mear ansiedad?

antes de terminar de mear tiro la cadena corre el agua me ayuda a seguir meando sigo y veo el agua del inodoro sigue...