los árboles movieron los brazos
invitando llegar a las aves
el silencio se volvió veloz
como el sonido.
colmaron las campanas
las chimeneas de agua
un espejo profundo
animó un brillo tenue
al lado quedaron los años
casi se tocaron aquella noche
se desplomaron ante mi impaciencia
pude escribir un verso sin letra
pude ensayar creyendo
esculpir la inmensidad
de inmediato
las palabras se volvieron nada
y el lecho de ellas
abrieron el cielo en relámpagos
el fondo quizá nunca
se enteró de lo profundo
y quizás a esas palabras
tampoco las conozcas jamás
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