13 de agosto de 2012

Descanso en movimiento






Se recostó incómoda,
sobre dos asientos,
intentando liberar,
sueños y recuerdos,
que pasearon desvelados,
a lo largo del pasillo.
No olvidó resguardarse del frío,
ese que aparece,
cuando el sueño se apodera de nuestro cuerpo,
una fina manta azul,
fue el escudo impenetrable,
a tamaña virulencia.


Finalmente sorteó,
la incomodidad,
para abrir alguna puerta,
que le permita,
compartir,
esos sueños,
deseosos de mostrarse,
impíos,
en la tarde,
de un viernes,
cualquiera.

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¿mear ansiedad?

antes de terminar de mear tiro la cadena corre el agua me ayuda a seguir meando sigo y veo el agua del inodoro sigue...