Espejo, dueño del espacio oculto, de los seres aquellos
que desean encontrar en sus orillas tan sencillamente la paz.
Hubo un momento en donde la meseta estéril de la salud,
ocupó sus más preciadas páginas, no pudo escurrirse de ella.
Cuanta comodidad ha sentido él, apartado del caos,
que primavera, que compañía tan sublime, casi todo fue claridad,
La compañía del silencio, lo había detenido en un oasis único,
insuperable por vez primera, con paso definitivo a la inmortalidad.
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